Autores
Christopher Hicks
Marine Underwriting Manager
Reino Unido
Richard Stewart
Senior Underwriter
Reino Unido
El mercado global de infraestructuras está en pleno auge. Las economías en desarrollo están invirtiendo, lo que significa que se están transportando productos de ingeniería especializados, como turbinas, por todos los océanos del mundo en volúmenes que no se conocían en el mercado de seguros desde hacía años. Christopher Hicks, Marine Cargo Underwriting Manager y Richard Stewart, Senior Underwriter, de Liberty Specialty Markets analizan los desafíos que suponen asegurar cargamentos grandes y complejos de este tipo.
A medida que la población mundial crece, la demanda para la construcción de infraestructuras nuevas y modernas sigue también en aumento. Los expertos predicen que la población mundial aumentará en otros 2.000 millones para 2040, así que no es de sorprender que la actividad en el mercado de infraestructuras también aumente para satisfacer tal demanda. Se espera que alcance un valor de 4,2 billones de dólares en 2020. De hecho, Global Infrastructure Outlook estima que, para 2040, el desarrollo global de infraestructuras deberá alcanzar la espectacular cifra de 94 billones de dólares, si se quiere seguir el ritmo de estos profundos cambios económicos y demográficos.1
China sigue siendo una gran potencia, y representa el 29% del gasto mundial en infraestructuras. Europa Occidental, EE. UU. y Canadá, que suponen el 50% del PIB mundial, registran un aumento, aunque más moderado, del gasto en infraestructuras2. Mientras tanto, los mercados de la India, Oriente Medio y África siguen en auge.
Diferenciadores clave
Estos proyectos de infraestructuras tienen varios diferenciadores clave desde la perspectiva de los seguros: el coste total, el tamaño y la complejidad de los activos, los desafíos logísticos, los plazos ampliados necesarios para reparaciones o reemplazos y, quizás lo más significativo, el impacto que cualquier retraso puede suponer en la financiación general del proyecto.
Los costes para los distintos tipos de turbinas, reactores nucleares, generadores y suministros de acero que se requieren para completar proyectos de infraestructuras pueden ascender a miles de millones de dólares. Todos están diseñados para asistir a instalaciones específicas y, con frecuencia, están hechos a medida de los requisitos individuales de cada proyecto. Por ejemplo, cuando se fabrica un reactor nuclear de generación III+, la producción del recipiente de presión requiere una prensa de forja con una capacidad de 14.000 a 15.000 toneladas, que usa lingotes de acero en caliente de 500 a 600 toneladas. No hay muchas prensas de forja de este tipo en el mundo y cada prensa en particular no tiene un alto rendimiento. En general, no producen más de cuatro recipientes de presión al año.
Una vez fabricados, transportar estos componentes presenta un desafío único. Las cargas son generalmente de gran tamaño, con formas inusuales o irregulares, pesan muchas toneladas y requieren una gestión de riesgos particularmente cuidadosa, en lo que a carga y amarre se refiere. Estos no son los productos estándar que se transportan en contenedores o a granel y que son el día a día del mercado de mercancías.
Los fabricantes especializados tienen sus libros de pedidos casi al completo, así que los plazos de ejecución para volver a poner en servicio una planta que se haya dañado o retrasado durante su transporte pueden ser de varios años. En este contexto, es inevitable que cualquier daño o retraso de los bienes en tránsito tenga un impacto significativo en los resultados de cualquier proyecto de infraestructura.
Los prestamistas del mercado de infraestructuras buscan cada vez más garantías de que los costes fijos, como la amortización de la deuda, no se vean afectados por posibles retrasos. Los pagos de la deuda dependen del flujo de ingresos generado por tales activos a partir de los ingresos generados por los contratos de suministro de electricidad, los cobros por los servicios de alcantarillado, los ingresos de la venta de billetes de tren, etc., etc.
Seguros como Project Cargo / Delay in Start-Up (DSU) de LSM son algunas de las pocas pólizas en el mercado marítimo que cubren las pérdidas de costes fijos (como el mantenimiento de deuda) que el asegurado tendría que pagar en caso de que un proyecto de infraestructura se retrasara debido a una pérdida del flete.
Por lo general, la mayoría de las reclamaciones a los seguros tipo DSU suelen ser por cantidades pequeñas. Muchas se dan en mercados en desarrollo, donde lo más normal es que los activos se entreguen en condiciones difíciles, a veces por compañías con poca experiencia en el manejo de cargas inusuales y equipos altamente especializados. En estas situaciones, no es de extrañar que un puente ceda bajo una carga muy pesada, o que un tráiler se vuelque en una carretera mal construida o, simplemente, tenga un accidente si hace mal tiempo. Es poco probable que pérdidas como estas sean catastróficas, pero sí pueden ocasionar pequeños retrasos en los proyectos.
Ejemplos más serios pueden suponer fallos de envergadura. Una planta de energía programada para comenzar a operar el 1 de enero de 2020, por ejemplo, puede requerir un plazo de entrega de 24 meses para la producción de sus turbinas de vapor, y necesitaría que estas se entregasen en el lugar de las obras con 18 meses de antelación al inicio de las operaciones comerciales. Tales fallos no son poco comunes. Recientemente, una grúa se derrumbó durante la construcción de una planta térmica de energía solar en Sudáfrica, generando pérdidas de 30 millones de dólares3.
Para cubrir este tipo de situaciones, en general, vemos empresas que buscan una cobertura tipo DSU de 12 a 24 meses. Hemos asegurado una gran variedad de proyectos que incluyen plantas de exploración de gas en el Círculo Polar Ártico y en Kazakstán, donde el mal estado del tiempo puede suponer retrasos de hasta ocho meses, debido a que las ventanas meteorológicas en las que la navegación es segura son muy estrechas.
Londres nos llama
Como plaza líder de referencia en el mercado de riesgos complejos, de alto valor y especializados, Londres ha desempeñado durante mucho tiempo un papel clave en la financiación del desarrollo de proyectos de infraestructuras. Sin embargo, aunque no falten aspirantes, hay pocos líderes en ese mercado.
Reconocemos la magnitud del desafío y la naturaleza a largo plazo de los riesgos que suponen los fletes para proyectos de infraestructuras. En Liberty Specialty Markets, tomamos la decisión de comprometernos a largo plazo con este sector, a pesar de que otros competidores se retiraran después de que la posibilidad, o realidad, de sufrir grandes pérdidas los disuadieran.
Para prosperar en un segmento de un mercado tan exigente, nuestro equipo especializado cuenta con una unidad global de apoyo, formada por cuatro ingenieros navales, todos ellos marinos mercantes expertos o con un amplio historial profesional en el sector energético, de adquisiciones y compras y de la construcción. Estos cuentan, a su vez, con el apoyo de expertos de los equipos de construcción, urgencias, seguridad y antiterrorismo. Todo ello significa que cada cliente ,y cada tipo riesgo, tienen acceso a un equipo personalizado de expertos de la empresa, disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana para ofrecer todo tipo de apoyo, información y asesoramiento, como parte de la cobertura provista. De hecho, un cliente tiene personal de LSM in situ como parte del equipo asesor, proveyendo desde cálculos de arquitectura naval hasta procesos nuevos de transporte.
Un equipo de tres especialistas en reclamaciones garantiza que, si algo saliera mal, el cliente tenga acceso rápido a mitigar sus riesgos, gracias a la asistencia de algunos de los profesionales con más experiencia del mercado.
Estamos ganando fuerza
Como resultado de la inversión de LSM en capital humano y conocimiento, el equipo está actualmente trabajando en alrededor de 15 a 20 grandes proyectos especializados al año, con una línea de negocio valorada en 150 millones de libras esterlinas, la mayor de todo el mercado de Londres4. El número de consultas aumenta rápidamente a medida que el equipo consolida su reputación y sus proyectos. Proyectos que justo después de la crisis financiera no lograron atraer respaldo y, ahora, vuelven a estar sobre la mesa.
Los proyectos que nuestro equipo de seguros ha liderado recientemente incluyen una planta de energía nuclear y otra planta de conversión de residuos en energía, ambas en el Reino Unido; una instalación de almacenamiento de baterías y una fábrica de acero en los Estados Unidos, proyectos de gas en Japón y los Estados Unidos, una refinería en Omán y varios de energías renovables, tanto eólica como solar. Disponer de conocimientos expertos al instante permite a LSM ayudar a gestionar de forma efectiva tales proyectos y a ofrecer sugerencias sobre diversos tipos de controles que hagan los riesgos más atractivos y menos costosos.
También significa simplificar la cadena de comunicación, minimizar costes y ayudar a garantizar que los proyectos se desarrollen eficientemente, un objetivo clave tanto para LSM como para sus asegurados. Al ser una mutua, nuestra empresa prefiere tener una visión del riesgo a más largo plazo. Esto es particularmente importante en un segmento tan especializado del mercado de fletes, ya que los períodos de validez de las pólizas suelen tener una duración de al menos tres años, pero pueden llegar hasta los ocho. En un mercado tan complejo y exigente, nos enorgullece que muchas de las relaciones comerciales en este tipo de cuentas comenzaran hace más de 15 años. Esto demuestra que la confianza basada en el conocimiento experto y la honestidad no tiene sustituto.
Referencias
1https://blogs.worldbank.org/ppps/forecastinginfrastructure-investment-needs-50-countries-7- sectors-through-2040
2http://www.worldconstructionnetwork.com/news/ global-infrastructure-market-to-grow-by-60/
3https://insuranceday.maritimeintelligence.informa. com/ID1128376/Renewable-energy-market-grappleswith-surprising-loss-trends
4 Correcto al llegar a imprenta