¿Como puede una empresa ofrecer a la vez estabilidad, continuidad y flexibilidad a sus clientes? Esa es la pregunta que el sector de los seguros para instituciones financieras tiene que contestar todos los días, y pocas Aseguradoras logran brindar respuestas tan efectivas como las de Liberty Specialty Markets.

Por un lado, sus clientes son bancos, gestoras de activos o incluso otras Aseguradoras que desarrollan su actividad en un entorno altamente regulado donde se valora sobremanera la seguridad operacional y la solvencia financiera.

Por otro, se trata de un sector muy afectado por las nuevas tecnologías, sujeto a eventos sistémicos y donde nuevos modelos de negocio emergen constantemente. Por si fuera poco, las instituciones financieras también están notablemente expuestas a incertidumbres macroeconómicas y geopolíticas, que forman parte de nuestro día a día cotidiano. 

“El gran reto del mercado financiero es aprender a convivir en un escenario de incertidumbre permanente,” dice el Director Europeo de Instituciones Financieras de LSM, Jorge Chao. “Son inquietudes que nosotros, como compañía aseguradora que forma parte del mercado financiero, también compartimos.”

No hay duda de que Chao sabe de lo que está hablando. En más de dos décadas trabajando en el sector, el ejecutivo ha asistido a un bueno número de situaciones que han sacudido a gran parte de las instituciones financieras europeas. Un ejemplo fue la crisis global que se siguió a la quiebra de Lehman Brothers en 2008 y la subsiguiente reordenación bancaria en España. A continuación, tuvo que gestionar la aparición de la banca digital, la pandemia del Covid 19 y de los nuevos riesgos cibernéticos. Más recientemente, el sector ha tenido que enfrentarse a un largo período de políticas de flexibilización cuantitativa seguido por una era de restricción monetaria como pocas veces se había visto.

Una conclusión clara para Chao, tras estas experiencias, es que en medio de la existente volatilidad, las aseguradoras no pueden parar de innovar, puesto que sus clientes en el mercado financiero tampoco tienen la opción de acomodarse.

“Como aseguradores de instituciones financieras, debemos adaptarnos muy rápidamente a las necesidades y a las demandas de nuestros clientes, que se encuentran en una fase de revolución tecnológica,” dice Chao. “Por ejemplo, estamos introduciendo parámetros de suscripción muy claros para plataformas de pagos, que hasta la fecha se abordaban muy tangencialmente y por muy pocos suscriptores, y tenemos que ser capaces de dar una respuesta al mercado de las criptomonedas.”

Esta nueva industria de las criptomonedas ilustra perfectamente los retos a los que el sector se tiene que enfrentar. Su rápido crecimiento no se detiene, a pesar de las muchas controversias que le acompañan y de los dramáticos altibajos en las cotizaciones. Como resultado, bancos y gestoras de fondos se involucran cada vez más en este campo, aunque no estén absolutamente seguros de cómo este mercado pueda evolucionar. Las aseguradoras no pueden permitirse el lujo de abandonar a sus clientes en este proceso.

“Apostamos por este segmento ya que queremos ir de la mano de nuestros clientes, y ellos nos lo están demandando,” afirma Chao. “Lo que hay que hacer es garantizar la viabilidad de activos financieros que no tienen ningún tipo de subyacente, algo a lo que no estamos acostumbrados desde el mundo asegurador. Pero buscamos una solución técnica que garantice la estabilidad y la continuidad de estas operaciones a largo plazo; no nos sirve una respuesta para el mercado cripto que dure 3 meses.”

El mercado cripto no es el primer desafío de LSM y tampoco será el último. La división de seguros comerciales y líneas especiales de Liberty Mutual, ya trabaja con las instituciones financieras europeas desde hace más de 20 años y sigue invirtiendo en la expansión de su marca en Europa continental. Hoy está presente en seis países (Alemania, Italia, Holanda, Suiza, Francia y España), y está prevista la apertura de nuevas oficinas en Bélgica y Noruega, dando continuidad a un ambicioso plan de inversiones hasta 2030 en el continente.

Junto a Chao trabaja un equipo de más de 20 suscriptores en Europa. El énfasis de su trabajo está en garantizar que las instituciones financieras tengan acceso a capacidad global de aseguramiento, priorizando a su vez de forma significativa la estabilidad de las colocaciones. En la consecución de estos objetivos, LSM está invirtiendo en la introducción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, con el objetivo de automatizar tareas repetitivas y liberar más tiempo para que los suscriptores puedan atender las necesidades de los clientes.

Chao indica que la filosofía de LSM para el segmento de instituciones financieras prioriza la flexibilidad de los servicios prestados a cada asegurado. Y, para entender lo que quiere el mercado, es necesario estar en contacto permanente con éste. 

“ Somos por definición una operación multilínea muy customer centric. Cada suscriptor tiene que estar preparado para responder a todas las necesidades de nuestro perfil de cliente.”

LSM trabaja el segmento con un enfoque diferenciado según la tipología de las compañías y los mercados en que actúan. En Francia, por ejemplo, la figura de los asesores financieros independientes, muchos de los cuales son pequeñas empresas, son actores determinantes en el mercado, mientras que en España los mismos tienen un protagonismo mucho más limitado. Pequeñas compañías innovadoras como las Fintechs entran en su apetito de riesgo, así como los grandes grupos bancarios y gestoras de fondos en los principales mercados de la región.

Los productos ofrecidos incluyen Bankers Blanket Bonds (póliza integral bancaria), responsabilidad civil profesional, coberturas de D&O y seguros para ofertas públicas de valores. Es una oferta amplia que sigue evolucionando en la medida que el propio mercado financiero se transforma, exponiéndose las empresas del sector a nuevos tipos de riesgos. Asimismo, las oficinas ubicadas en los diferentes países disponen de suficiente capacidad local y autonomía para implementar la filosofía de LSM según las necesidades de cada país, contrarrestando así la volatilidad de otros mercados internacionales.

“En todas nuestras oficinas hay un mismo proceso de tarificación y las mismas directricesde suscripción. Tratamos de garantizar esa uniformidad en toda Europa, lo que bajo mi punto de vista es clave para servir adecuadamente al sector financiero,” dice Chao.

Él añade que LSM ofrece al mercado una estabilidad respaldada por su compromiso a largo plazo con el mercado europeo. A pesar de las muchas crisis vividas por el sector financiero durante los últimos años, la compañía jamás ha dejado de ofrecer capacidad de seguro para sus clientes. Tampoco dejó de hacerlo durante el largo mercado duro de la década pasada, a pesar de que varios de sus rivales se volvieron extremadamente selectivos en su aceptación de riesgos. Y LSM siguió activa en el reciente mercado blando, cuando muchos suscriptores abandonaron el mercado al ver sus márgenes menguados debido a la alta competencia en países como España.

“Nuestra actuación se basa en un compromiso a largo plazo que prioriza las necesidades del cliente y del corredor de seguros, además de la comunidad a la que servimos,” dice Chao. “Esta es una postura que viene avalada por los valores corporativos del grupo Liberty. El hecho de que seamos una mutua nos permite cultivar relaciones en el medio y largo plazo, sin la presión de tener que entregar resultados cortoplacistas a los accionistas. Llevamos este principio francamente al extremo, y hay clientes que siguen con nosotros después de 20 años.”

El sector financiero reconoce tal estabilidad y fiabilidad y lo debe tener en cuenta ahora que, una vez más, las condiciones del mercado vuelven a cambiar. Chao observa que el segmento de instituciones financieras vive hoy un proceso de reducción de primas que no se corresponde con las condiciones estructurales del mercado, lo que puede tener severas consecuencias en el futuro.

“Hay una contradicción brutal entre una situación macro de incertidumbre a nivel mundial y un mercado extremadamente blando,” dice el ejecutivo. “Vivimos un mercado blando que procede de un exceso de oferta que deriva de los resultados operativos aparentemente buenos del ramo en los últimos años. Esto ha propiciado la aparición de nuevas capacidades, de nuevos inversores que buscan un retorno a corto plazo.”

Este es un proceso ampliamente conocido por el mercado. La entrada de capital oportunista acaba por desequilibrar las cuentas de las aseguradoras y, en casos extremos, motiva el relajamiento del proceso de suscripción. Las aseguradoras más prudentes saben que tal tendencia no es sostenible en el tiempo y desaceleran el crecimiento de sus carteras para proteger sus resultados técnicos. 

Para aquellas que apuestan por una suscripción demasiado agresiva, la inevitable corrección del mercado será dolorosa, y muchas acabarán retirando capacidad. Al final, quien paga las consecuencias es el cliente, que se ve obligado a rehacer sus programas en condiciones menos favorables, por no hablar del riesgo de haber confiado sus seguros a aseguradoras que no estarán disponibles para pagar eventuales siniestros.

“En determinados segmentos de mercado, hoy en día, las primas ya son claramente insuficientes. Los departamentos actuariales nos están advirtiendo sobre este fenómeno tras actualizar los modelos predictivos, incorporando riesgos que no existían hace 5 años,” afirma Chao. “Es necesario reconducir las primas a sus niveles técnicos de acuerdo con los nuevos parámetros de predictibilidad de los modelos.”

Es por ello que LSM da preeminencia a la calidad de la suscripción técnica. Cuando las primas y las condiciones están ajustadas al riesgo del cliente, dice Chao, el resultado es una relación estable y duradera que beneficia a ambas partes. Y la estabilidad es esencial para empresas que navegan en un mercado dónde los riesgos son cada vez más evidentes, como es el caso del sector financiero.

Chao afirma que el sector hoy hace frente a una serie de retos cada vez más desafiantes, como el riesgo regulatorio. Jamás tuvieron las instituciones financieras que adaptarse a tantas directivas europeas a la vez, y se sabe que otras están a camino. Esto conlleva que las empresas deben implementar sistemas robustos de ciberseguridad, de protección de datos, de control de tecnologías de inteligencia artificial, de sostenibilidad y otros temas afines. 

Son reglas bienvenidas porque aumentan la protección del consumidor, pero que también crean nuevas exposiciones para las entidades financieras que necesitan ser transferidas al mercado de seguros. Es un proceso que preocupa y que solo va a más, alerta Chao.

“Los reguladores continúan poniendo el foco en fortalecer la normativa de protección al consumidor, lo que puede llevar a mayores costes de cumplimiento y un posible aumento de la litigiosidad”, dice. “Ya se ve en Europa con la aparición incluso de fondos de litigios dedicados a este nicho específico.”

Él resalta que otro riesgo de gran relevancia para el sector es la volatilidad de los tipos de interés a nivel global, lo que afecta sobre todo a las instituciones que tienen una estructura de balance demasiado monolítica y sin la diversificación necesaria para mitigar los cambios de política monetaria. Fue uno de los factores que propició la caída en 2023 de bancos como Sillicon Valley Bank en Estados Unidos, o Credit Suisse en Europa.

A todos esos elementos hay que añadir el aumento en intensidad y frecuencia de los fraudes financieros realizados a través de internet. Las entidades financieras, especialmente los bancos, son uno de los objetivos más deseados por los cibercriminales, y Chao nota que los niveles de exposición al riesgo cibernético son hoy mucho más elevados que hace unos años.

En conclusión, son muchas las amenazas que acechan a un sector sistémico de la economía. Entre tanta incertidumbre, las entidades financieras saben que pueden contar con el apoyo de LSM para mitigar sus exposiciones a un amplio abanico de riesgos.

“A pesar de las sucesivas crisis que ha habido desde 2008, nuestro compromiso ha sido siempre el de comportarnos de forma anticíclica, minimizando el impacto sobre nuestros clientes”, concluye Chao”. No se puede ser líder en el mercado de seguros para instituciones financieras en Europa durante 20 años, salvo que tus clientes y brokers estén absolutamente convencidos del buen trabajo que estamos haciendo.”